Badajoz siempre fue una ciudad con un fuerte carácter defensivo, y eso explica, entre otras muchas cosas de su historia y de su arquitectura, la existencia del Fuerte de San Cristóbal. En concreto, este fuerte fue la primera fortificación moderna de tipo militar que tuvo esta ciudad extremeña, y fue realizado a mediados del siglo XVII ante el peligro de las tropas portuguesas por la Guerra de Restauración. Pronto el Fuerte de San Cristóbal se convirtió en un bastión casi inexpugnable, lo que impidió que la ciudad de Badajoz fuese alguna vez conquistada por la fuerza, algo verdaderamente importante en épocas pasadas.
Situado en un emplazamiento absolutamente privilegiado, la zona que actualmente sigue ocupando el fuerte fue también refugio de conventos y ermitas en épocas más lejanas o de cárcel militar durante la postguerra, por lo que sin duda es un lugar desde el cual ser un auténtico testigo de la historia. Finalmente, en el año 1973, el fuerte pasaría a ser propiedad del Ayuntamiento, cayendo en un estado de deterioro progresivo que ha tardado décadas en solucionarse. Ya en el año 1978 algunas autoridades, como el alcalde de la época Luis Movilla, iniciaron conversaciones sobre la necesidad de recuperar y acondicionar un enclave tan importante a nivel turístico y cultural para la ciudad, aunque sin éxito, pues la verdadera restauración no llegaría hasta el año 2011 finalizándose tres años después.
Origen del Fuerte de San Cristóbal y localización
A pesar de que la ciudad de Badajoz ya había tenido diferentes fuertes y puntos de defensa, el Fuerte de San Cristóbal es el primero que se construiría en la Edad Moderna, dejando de lado a partir de entonces los sistemas medievales, más rudimentarios. Este fuerte, basado en las teorías de construcción y defensa de Sébastien Le Prestre, Marqués de Vauban, sería una de las primeras piezas de la posterior Muralla Abaluartada, prolongación de la primigenia Alcazaba árabe. Además de ser el más importante de todos los fuertes que ha habido nunca en Badajoz, el Fuerte de San Cristóbal es el único que podemos disfrutar completo y recientemente restaurado, aunque con algo de polémica.
El Fuerte de San Cristóbal se compone de diferentes partes, como sus dos baluartes y semibaluartes, revellines, una gola arpillerada o un gran foso que rodea toda la fortificación. También poseía otros elementos que ya no se conservan, como la luneta que construyeron los franceses durante su ocupación en 1811 o un pequeño camino cubierto, del que quedan algunos trozos, que unía el denominado “hornabeque” de la cabeza del Puente de Palmas. Este fuerte, además, fue diseñado con éxito para ser imbatible, y tenía capacidad para albergar un increíble sistema defensivo compuesto de hasta 300 fusileros y 12 cañones.
Como curiosidad, el jefe del ejército portugués llamado Joanne Mendes de Vasconcelos le dijo a María Francisca de Saboya, esposa del rey Alfonso VI y reina consorte de Portugal durante la Guerra de Restauración portuguesa (1640-1668), antes mencionada, y tras el 4º asedio a la ciudad de Badajoz: “El fuerte es muy fuerte; la empalizada más; las balas ni te cuento…Señora, ¡no puedo más!”
Hoy en día, aunque sigue habiendo quejas del estado y del abandono de las zonas de alrededor, el Fuerte de San Cristóbal y sus más de 22.000 metros cuadrados de construcción, están considerados “bien de interés cultural” y pueden visitarse por cualquier persona interesada, para lo cual tendrá que dirigirse hacia el Cerro de San Cristóbal o Cerro de la Orinaza. En dicha visita, además de contemplar la magnificencia del fuerte, testigo de casi cuatro siglos de historia, se puede disfrutar del Centro de Interpretación de Fortificaciones de la Frontera (situado en la Plaza de Armas) que alberga en su interior, o de las increíbles vistas al río Guadiana, a los puentes de la ciudad o a la Alcazaba árabe. Los sábados y domingos pueden realizarse visitas guiadas, que suelen tener unas dos horas de duración, aunque el complejo puede visitarse también de manera libre, siempre en sábados y domingos desde las 10 de la mañana hasta las 14 de la tarde. Además, este espacio también es escenario de otros eventos culturales, como el que tiene lugar la noche de San Lorenzo para observar la lluvia de estrellas de las perseidas con talleres orientativos e infantiles, o como escenario del llamado “Verano Monumental” organizado por la Concejalía de Turismo de Badajoz a través también de visitas guiadas.