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Plaza Alta de Badajoz

Plaza Alta de Badajoz

La Plaza Alta de la ciudad de Badajoz fue centro neurálgico de la misma durante mucho tiempo, especialmente cuando la zona de la Alcazaba empezó a quedarse pequeña. Esta plaza destaca también, además de por su historia, por su excelente arquitectura, y de entre todos sus elementos destacan sus arcos, que servían de cobijo a montones de puestos de venta durante los mercados que se celebraban ya desde la Edad Media.

Al norte podemos encontrarnos otro arco destacado, que es el llamado “Arco mirador de la ciudad”, que es la parte de la plaza con más solera. Por el contrario, el llamado “Arco del Toril”, situado justo enfrente, en la zona sur, es la parte más moderna de todo el conjunto de la plaza, aunque todos sus frentes merecen la pena.

La Plaza Alta además se encuentra rodeada de muchos otros edificios y puntos destacados, por lo que su visita suele ser un imprescindible de cualquier ruta por la ciudad que se precie. A su espalda se encuentra la Alcazaba y pocos pasos después daremos con lo que fue el Ayuntamiento Viejo. También podremos disfrutar de la Torre de Espantaperros o Torre de la Atalaya (torre albarrana situada en la Alcazaba), o de las Casas Mudéjares y las Casas Coloradas, uno de los mayores emblemas de la Plaza Alta que acaba de ser restaurado para recuperar todas las formas geométricas de la fachada, que se encontraban deterioradas, y que puedan volver a lucir con todo su esplendor bajo los rayos de sol frecuentes de esta ciudad extremeña. Las Casas Coloradas habían permanecido mucho tiempo ocultas como consecuencia de la construcción de una serie de viviendas locales que se habían realizado, pero se trata de un impresionante edifico mudéjar compuesto de cuatro arcos de herradura, escenario del antiguo Ayuntamiento de la ciudad.

 

CASAS COLORADAS

 

Otros elementos que podemos encontrar en la Plaza Alta son: el Arco de San Lorenzo, la Casa y el Arco del Peso o del Colodrazgo, el edificio del antiguo Balcón Eclesiástico, la Torre Abarlongada, o numerosos restos de la época visigoda que se reutilizaron para la construcción de los nuevos elementos, como los fustes o los capiteles. También pueden apreciarse varios escudos heráldicos, dos de ellos pertenecientes a los Reyes Católicos.

 

Historia y origen de la Plaza Alta

Es muy probable que la Plaza Alta utilizase el emplazamiento que antaño habían tenido las casas islámicas que rodeaban la Alcazaba. Fue en el año 1458 cuando se decidió reformar la zona y se erigieron portales con numerosos arcos, realizados en piedra y ladrillo, y pronto se convirtió en zona de encuentro de mercaderes y público ávido de espectáculos, que también comenzarían a realizarse. Por ejemplo, fueron habituales las celebraciones de obras teatrales, de autos sacramentales, de carreras de caballos, e incluso, lamentablemente, de ejecuciones de la Inquisición.

La construcción de la Plaza fue idea del Cabildo Catedralicio de la época, y el estilo elegido fue el imperante en aquel siglo, el renacentista, que apenas acababa de nacer. Fruto de su estilo artístico son los amplios espacios del conjunto, algo que se contraponía a lo habitual de la Edad Media, que eran los espacios más recogidos y cerrados. Las reformas durarían siglos (incluso hasta hoy en día cuando apenas acaban de finalizarse algunas remodelaciones, como la ya comentada de las Casas Coloradas), pero el personaje al que se le atribuye la mayoría de sus mejoras es al obispo Martín de Rodezno, que de hecho goza de una pequeña estatua en su honor bastante reciente en una de las esquinas de la plaza.

 

PLAZA ALTA BADAJOZ

 

En el año 1899 se utilizó la Plaza Alta como escenario para la creación de un mercado de abastos, que ocupaba prácticamente toda la zona abierta de la misma y que estaba hecho todo de metal, al estilo de la llamada arquitectura del hierro que trajo al arte la Revolución Industrial. Afortunadamente, y para bien de la plaza, dicho mercado dejó de utilizarse en 1970 y, tras varios años sin ningún tipo de uso, poco antes de 1980 fue trasladado al campus universitario de la ciudad siendo hoy sede del paraninfo. Este Mercado de Abastos o Mercado Metálico (realizado por el arquitecto Tomás Brioso Mapelli), como se le conoce, a pesar de que no dio muy bien resultado en la Plaza Alta especialmente por los problemas de higiene y de alcantarillado que creaba allí, es una obra de arquitectura impresionante del siglo XIX declarada “bien de interés cultural” que sigue teniendo su valor hoy en día y que merece la pena también contemplar en cualquier visita por la ciudad de Badajoz.

 

MERCADO-ABASTOS-BADAJOZ

 

A pesar de que con la desaparición del Mercado Metálico la Plaza Alta quedó en desuso y muy deteriorada, afortunadamente se ha ido recuperando con el paso de los años en sucesivas remodelaciones para que hoy pueda ser disfrutada con los honores que su historia le confiere. Además, y por si esto fuera poco, hoy de nuevo se puede apreciar y saborear a través de sus rincones la deliciosa y tradicional gastronomía de la ciudad, germen indiscutible de esta Plaza Alta, que tan unida estuvo siempre a los comerciantes.

 

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